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EL MATONEO O BULLYING EN LAS INSTITUCIONES ESCOLARES
El término matoneo escolar, llamado en inglés Bullying, se refiere a las actitudes tiránicas e intimidatorias de uno o más estudiante contra otro. Colombia es uno de los países del mundo que presenta los más altos niveles de ‘matoneo’, intimidación escolar o ‘bullying’, así lo indica en reciente estudio de la Universidad de los Andes “En Colombia 1 de cada 5 estudiantes ha sido víctima del llamado bullying”.
Se trata de un problema que siempre ha existido y que sólo ahora, por lo menos en el país, comienza a prender las alarmas en hogares y colegios. Las denuncias de las últimas semanas sobre diversos casos, han encendido la hoguera. Existen diversas manifestaciones de matoneo en los colegios, está la de exigir dinero a cambio de no golpear al compañero, o dar a conocer algo que le puede causar problemas; otra forma es la del maltrato físico, con golpes, patadas, empujones; una manifestación más del matoneo es la burla, las amenazas, el colocar apodos crueles e insultantes, hacer bromas de mal gusto, atacar en grupo a alguien, retándose en pandillas y esperándose en las afueras, enviando mensajes de texto por internet, llamadas insultantes, chistes de mal gusto sobre la religión, el color o algún defecto físico.
Muchas de estas agresiones no son evidenciadas por los padres de familia, docentes, ni directivos, lo que lleva al niño, niña o joven a estados depresivos, ansiedad, baja autoestima, bajo rendimiento académico y muchas veces es causa de la deserción escolar.
La Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Externado de Colombia, a través de la profesora-investigadora Carolina Valencia Vargas de la línea de pedagogía de las ciencias sociales, señaló que la solución para hacer frente al fenómeno no puede ser solamente normativa, ya que “Las herramientas pedagógicas resultan mucho más eficaces y permiten prevenir el fenómeno en el largo plazo”. Enlistó los instrumentos legales, pedagógicos e institucionales con que se cuenta actualmente y consideró que éstos no son suficientes, ya que el problema requiere “una acción conjunta del estado, la familia, la escuela y la sociedad civil”. Al respecto, indicó:
- Las escuelas no cuentan con recursos suficientes para que la legislación y la política pública se conviertan en una realidad
- Se necesita una mayor capacitación de los profesores; recursos para que la “escuela de padres” sea una realidad
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Apoyo institucional para diseñar y echar a andar espacios de solución pacífica del conflicto en la escuela; protección para que las zonas aledañas a las escuelas estén libres de delincuencia y violencia; y promoción de espacios extracurriculares que apoyen la labor de formación emprendida por la escuela, entre otros”.
Finalmente, la Universidad propuso el siguiente protocolo general de atención de las situaciones de hostigamiento y acoso escolar:
1. Profesores y directivos deben tener dentro de sus funciones la detección de los casos de matoneo.
2. Se debe escuchar a los implicados para indagar causas, espacio y tipo de agresión.
3. Reunión con los estudiantes para precaver la generación de un acuerdo, en el que se defina un compromiso claro y público para la solución del conflicto.
4. El convenio debe ser compartido con los padres de familia.
5. Ejecución de la sanción (acuerdos de reflexión y reparación)
6. Seguimiento de las relaciones entre las partes.
Realmente, es mucha la responsabilidad que está en nuestras manos, para formar jóvenes con carácter y sobre todo capaces de ver en el otro un ser con derechos y con una dignidad y eso sólo se logra con la formación en valores y en la parte espiritual. En estas condiciones se hace necesario replantear el currículo con el fin de fijar parámetros que contribuyan a la formación integral de los estudiantes y promuevan la sana convivencia basada en el fortalecimiento de la autoestima y el respeto por sí mismos y con sus semejantes.
ELABORÓ
Lic. LILIA SANABRIA BLANCO
Docente Samacá